Cuando la mayoría de las personas piensan en una guitarra eléctrica, ésta es la que se les viene a la cabeza. La Stratocaster es un instrumento arquetípico: está entre las guitarras más populares del mundo y es una creación elegante y versátil que se ha convertido en un punto de referencia, tanto musical como cultural. Básicamente, la Stratocaster sigue siendo una herramienta fantástica, con un sonido inconfundible y un diseño eterno que la han convertido en la primera opción entre los músicos de todo el mundo, muchos de los cuales la han usado para crear gran parte de la música más importante de nuestra época.

  HISTORIA  

Justo después de que Fender revolucionara la música con la Telecaster y el Precision Bass, en 1954 presentó la que casi se considera de manera universal la guitarra eléctrica arquetípica: la Stratocaster. Portadora de una elegancia eterna, con estilo, de fácil ejecución y con versatilidad tonal, su papel como herramienta musical ha trascendido para convertirse en nada menos que en un icono cultural. Sencillamente, no hay nada que cante, grite, susurre, gima, ruja y haga rock como una Stratocaster.


Cuerpo y contornos elegantes
Las guitarras Stratocaster tienen un diseño elegante y equilibrado con dos cuernos y unos contornos bien posicionados para el antebrazo y el cuerpo para conseguir una experiencia de ejecución cómoda.
Pastillas
Tres expresivas pastillas single-coil, a menudo modificadas con diferentes combinaciones de pastillas humbucker y configuraciones de interruptores. Desde brillante hasta profundo pasando por agresivo, el versátil sonido de la Stratocaster sigue siendo inigualable.
Puente de trémolo
Ahora igual que siempre, las guitarras Stratocaster se veneran por su diseño innovador, su estabilidad tonal y la sólida fiabilidad de sus puentes de trémolo.
Mástil y diapasón
Las guitarras Stratocaster son famosas por sus cómodos mástiles, fácilmente ajustables y con una gran variedad de perfiles, por la facilidad de ejecución que ofrecen sus diapasones y por su inconfundible pala.